Cada vez cuidamos más a nuestros gatos, su alimentación y la atención veterinaria han conseguido que el número de gatos mayores de 10 años aumente un 15% en los últimos años.
El gato mayor de 10 años se considera geriátrico. A esta edad nuestro gato cada vez se mueve menos debido, entre otras cosas, a problemas articulares, come menos posiblemente también por problemas en los dientes. Pero también es un animal que no se va a quejar. De hecho, muchas veces no nos damos cuenta de que está enfermo hasta que ya la enfermedad está muy avanzada.
Por esto, son muy importantes las revisiones veterinarias regulares a partir de los 10 años.
El veterinario oscultará al gato, para descartar problemas cardiorespiratorios, medirá su grado de hidratación, revisará boca, temperatura y articulaciones y nos recomendará una analítica anual pues muchos gatos a esta edad padecen:
- Enfermedad renal
- Enfermedades hormonales: hipertiroidismo, diabetes…
- Tumores…
Muchas veces padecen varias de estas enfermedades al mismo tiempo, lo cual puede dificultar el diagnóstico. Es importante diagnosticarlas y tratarlas lo antes posible para que nuestro gato mantenga una buena calidad de vida.
Además su sistema inmunitario es más débil y no podemos olvidar su vacunación para protegerlo de enfermedades víricas.
¿Cómo podemos hacer su vida más confortable?
Además de sus revisiones veterinarias para chequear su salud, no debemos olvidar que la vejez no es una enfermedad pero sí una etapa de la vida en la que suelen surgir más enfermedades, podemos habilitarle un lugar de descanso cálido y resguardado de corrientes de aire.
Si tiene dificultad para subir, pondremos taburetes para que pueda acceder a sus sitios preferidos.
A veces les es difícil acceder a las gateras cubiertas y tenemos que dejarlas abiertas. Controlaremos en todo momento micción y defecación e informaremos al veterinario si existe alguna alteración en ellas -puede orinar más de lo normal en una diabetes o la primera fase de una insuficiencia renal- puede defecar menos en estreñimiento muy frecuente en gatos gerontes y que debe tratarse si aparece muy a menudo.
