Hasta el perro más pequeño puede morder alguna vez.
Muchos de estos problemas se pueden empezar a prevenir y a solucionar cuando el perro en la edad de cachorro es controlado mediante la»inhibición de la mordedura».
En un aprendizaje natural en la camada el cachorro aprende a controlar la fuerza con la que muerde de manera habitual. Durante los primeros meses no puede hacer mucho daño pero en la mayoría de los juegos entre su madre y sus hermanos y él , los demás miembros de la camada le dejan claro con su queja cuando el cachorro hace daño al morder durante el juego.
Así, el perro controla con qué intensidad debe usar la boca. Para que esto pase, el cachorro debe pasar al menos 7 semanas con la camada.
También sus dueños pueden practicar la inhibición de la mordedura con el cachorro. Durante los juegos deben permitirle el juego mientras el mordisco sea flojo, pero cuando haga daño hay que pararle con un grito fuerte y seco.
Si para, aprovechamos para retirar la mano y le felicitamos con voz calmada. Le redirijimos hacia una actividad apropiada, por ejemplo un juguete. Si no para , salimos de la habitación dejándole solo durante un minuto.
Hay que repetir durante varios días el grito seco cuando nos hace daño mordiendo incluso y felicitarle cuando pare.
En edades tempranas y siendo constante en el entrenamiento el cachorro aprende rápido y lo que es importante , este aprendizaje le marcará el comportamiento durante toda su vida.